El mar nunca a sido traicionero;
es el hombre que intenta dominarlo;
se hace llamar el "Marinero",
¡Pero jamás podrá lograrlo!
El mar es como un niño juguetón,
con muchos juguetes es su cuna,
que a veces nos pega un manetón,
pero sin intención de herida alguna.
Es el hombre el que no le da respiro,
llenando su vientre de basura;
debiera ser azul como el zafiro.
¡Digno pañal para envoltura!.
Pulmones de nosotros es el mar;
sirviendo de vestido a esta tierra;
y mientra el hombre lo piensa dominar,
en realidad, el mar, ¡Ya nos encierra!.
Autor:Bernardo Arzate