Hermosa mia, diafana y gentil.
Tu furgol, como el de un lucero.
Tu sonria, que convida a iluciones
y desvelos.
Tus cabellos como nube de
algodón, que con el viento, se
remontan al cielo.
Tu cuerpo pegado al mio, el
roce de tu boca, en mi cuello.
Mis dedos rosan tus pechos, se
enciende el deseo.
Se agita tu cuerpo en mis brazos,
gemidos, pasión y fuego. Cuerpo
con cuerpo, vibra, volcan que estalla
en llamas; se derrama en tu seno.
Tu mirada se pierde, tus ojos se
nublan; como en un sueño.
Exánime, juntos, nuestras manos
entrelazadas; anhelan otro encuentro.
Poemas de Romeo DR