A la memoria de Fray Luís de León
y su Salmo XI " Salvum me fac, Domine"
el cual me ha inspirado este:
SALVAME SEÑOR
¡ Oh ¡, sálvame Señor, del mortífero veneno
de las terrenales fragilidades
y no trate, con quien no pone freno
a conquistas y efímeras vanidades
cada cual suele soltar muy oportuno
columnas y pilares de razones
que suelen ser, como mucho y a los sumo
fondos de charcas hechos terrones
que dicen: "Somos noble y honrada gente"
¡ en el fuego ! ponemos la mano
¿ Que le cuesta gallardear al inclemente
y vanagloriarse en su pantano ?
misterio profundo, cizaña al grano
en la familia, espadas y enemigos
los necios y ladrones, decanos y soberanos
y los vagabundos, sensibles amigos
a que sin perder la esperanza
y con la sobriedad por abrigo
velare lleno de confianza
que salvado estoy contigo
contigo, Señor celestial, mayoral querido
firmes y estables son las alianzas
como tu amor tan encendido
que lo siente quien te alcanza
y alcanzado...., tú hieres
tú llagas con la locura
y tanto a ti se te quiere
como tanto a ti se te apura
y como apura la mala gente
en cercar y oprimir al afligido
sin conciencia e indiferente
así, tú lo has decidido:
a los tuyos, luz y carga sobre los hombros
y riquezas y deleites, para los escombros
A continuación os transcribo el Salmo Original de Fray Luís de León,
SALMO XI
"Salvum me fac, Domine "
¡ Oh, sálvame, Señor, que no hay ya bueno
que faltan las verdades
y no trate con quien tiene dentro el seno
lleno de falsedades !
Con labios halagüeños cada uno,
y con dos corazones
no dejes de estos labios, Dios ninguno
ni de estos fanfarrones,
que dicen: " Prometemos largamente
su boca esta en mi mano,
¿ Que cuesta el hablar largo, o que viviente
me estorbara el ser vano ? "
Mas dice Dios: " Ya vengo conmovido
de los menesterosos
de sus agravios de ellos, del gemido
de los pobres llorosos
a serles su salud y su bonanza
y soplo favorable".
Y son, Señor, tus dichos sin mudanza
y son firmeza estable
son en hornaza plata, en fuego ardiente
mil veces apurada
y así, nos libraras eternamente
Señor, de esta malvada
de esta malvada gente, que contino
nos cerca a la redonda
y crece porque tu saber divino
y tu grandeza honda
les da pasar en gozos y convites
y así se lo permites