Cuando los mil fuegos que encienden tu imagen
queden extintos en mi espíritu.
Será quizas, un día culaquiera.
Quizas ese día, me encuentre con otra geografía,
entre otros sueños de lunas con miel.
Y las horas no gritaran más pues tu nombre,
en las paredes.
Cualquier risa no será tu risa,
ni cualquier cuerpo esperando en cada esquina.
Será cuando despertar, no sea, despertar
sin un costado.
Ya no habrá ni llanto ni risa,
en ese dia, el tiempo se habrá recuperado,
y nunca más será esperarte, veneno consumido a cuenta gotas.
Nada está más lejos hoy,
que no dejo de querete.
Ni por un minuto,
en un costado.