mario mena mena

Cuentas

 

Tomo el cuaderno y me siento a sacar las cuentas del día

por más que repaso no hay chance de ajustes

definitivamente te quedo debiendo

Y esto no es de hoy, es de siempre

y entonces me agito en esta carne y estos huesos

!Cómo es que soy dos ¡

que uno viste de cielo y vuela multicolor

y otro vive en la tiniebla y duerme en el húmedo rincón

¿cómo me desprendo de éste yo que no quiero ser ?

¿cómo espanto este odiado reptil que me habita?

Dime Pablo la respuesta a tu pregunta:

¿quién me librará de este cuerpo de muerte? “

Cuando intento arrancar esta cizaña

corre riesgos de morir mi trigo

y siento que me muero, que me falta el aire

se me empieza secar el alma

me vuelvo gris como un aparecido

y deambulo solo y torpe

metido en un traje aburrido de mal religioso

Es un oscuro siamés que nació conmigo

que tiene sus propios planes y sus propios gustos de rapiña

y anota en el haber de mi día sus abominables números rojos

Tomo el cuaderno y me siento a sacar las cuentas

y hay veces que siento una gran derrota

y entonces me entra un deseo descontrolado de tirarlo todo

de lanzar la toalla

de escribir una carta de renuncia a mi mismo

y dejar que todo pase como sea

que si el día cierra positivo bueno, y que si no pues también bueno

Irme a acostar y esperar la página de un nuevo día

consciente de que estoy enfermo

que algo me habita

que se llama igual que sus actos

Entonces sin más armas ni palabras

clavado en los pies y en las manos

desangrándome en este madero diario,

a las afueras de una Jerusalén infinita,

consciente que lo merezco

y golpeado por el sol intenso,

giro mi cabeza y Le miro

y con las pocas palabras buenas que me quedan, Le digo:

acuérdate de mi cuando estés en el Paraíso.”