Tomo el cuaderno y me siento a sacar las cuentas del día
por más que repaso no hay chance de ajustes
definitivamente te quedo debiendo
Y esto no es de hoy, es de siempre
y entonces me agito en esta carne y estos huesos
!Cómo es que soy dos ¡
que uno viste de cielo y vuela multicolor
y otro vive en la tiniebla y duerme en el húmedo rincón
¿cómo me desprendo de éste yo que no quiero ser ?
¿cómo espanto este odiado reptil que me habita?
Dime Pablo la respuesta a tu pregunta:
“ ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? “
Cuando intento arrancar esta cizaña
corre riesgos de morir mi trigo
y siento que me muero, que me falta el aire
se me empieza secar el alma
me vuelvo gris como un aparecido
y deambulo solo y torpe
metido en un traje aburrido de mal religioso
Es un oscuro siamés que nació conmigo
que tiene sus propios planes y sus propios gustos de rapiña
y anota en el haber de mi día sus abominables números rojos
Tomo el cuaderno y me siento a sacar las cuentas
y hay veces que siento una gran derrota
y entonces me entra un deseo descontrolado de tirarlo todo
de lanzar la toalla
de escribir una carta de renuncia a mi mismo
y dejar que todo pase como sea
que si el día cierra positivo bueno, y que si no pues también bueno
Irme a acostar y esperar la página de un nuevo día
consciente de que estoy enfermo
que algo me habita
que se llama igual que sus actos
Entonces sin más armas ni palabras
clavado en los pies y en las manos
desangrándome en este madero diario,
a las afueras de una Jerusalén infinita,
consciente que lo merezco
y golpeado por el sol intenso,
giro mi cabeza y Le miro
y con las pocas palabras buenas que me quedan, Le digo:
“acuérdate de mi cuando estés en el Paraíso.”