Al señor Rabipelado
lo llaman zarigüeya
y donde ha llegado,
ha dejado huella.
Amigo Rabipelado
que tanto caminas
no seas tan osado
deja las gallinas.
Eres marsupial
tímido por cierto;
allá en el corral
te guardan respeto.
Adiós rabipelado
vete ya de aquí
aquí no hay gusanos
ni tampoco maíz.
Rabipelado bandido
ya supe que es cierto
que cuando ves peligro
te haces el muerto.
Alejandro J. Díaz Valero