-Vamos pronto, se hace tarde.
-¿Y a donde me lleváis?
-¡Donde vive el amor y la pasión arde!
-¿Me haréis daño alguno?
-¡Por Dios, -prometo-, no te hare ninguno!
-¡Mi corazón siente temor!...
-No temáis niña que es bueno el amor.
-¿Qué prometéis?
-Todo lo que vos queréis.
- ¿Y si todo es falso?
- Que me condenen las tinieblas de un cadalso
- ¡Tus palabras no me convencéis
- ¿Y acaso que mienta queréis?
- ¡No…,¡de ningún modo.
- ¿Parece que mis palabras no hallan acomodo
-No es eso sino que mil han mentido,
- Tal vez porque nunca en la vida han querido.
-¿Prometéis amarme?
-A tal punto de casarme.
- ¿Con sinceridad?
-Hasta el fin de la eternidad……
- ¿Y qué haría si me causares dolor?
-Castígame en la vida quitándome tu amor.
- ¿Parecéis suficiente aquel castigo?
-Si me falta tu amor me volveré mendigo.
-Aun así me parece poco….
-Pero si solo con eso me volveré loco.
- ¿Juráis decir la verdad?
- Juro por Dios no tener maldad.
- ¿Y si jugáis con mis sentimientos?
- Me consumirá el remordimiento.
¨Y es así como los hombres seducimos,
a las mujeres más precavidas…,
y en cada juramento mentimos ;
quitando aliento a muchas vidas.¨
Pobres ángeles de amores,
que cambian su risa por dolores;
y que nosotros sin remordimientos,
nos alegramos con su sufrimiento
mas si acaso muestro amor maltrata…
la condenamos por ingrata.