Ahora que te veo me doy cuenta, con razón eres tan especial! Cuentan de viejas historias, relatos heredados por las nuevas generaciones vía tradición oral, mitos y leyendas transmitidas de padres a hijos, de abuelos a nietos, que hablan de que el sabio Dios enviaba en ciertas ocasiones al planeta Tierra a algunos de sus más diligentes ángeles de amor, luminosas y bellas criaturas que se disfrazaban de seres humanos comunes y corrientes con la sencilla y gran misión de brindar especial alegría a los corazones de las personas a las que conocían.
Dicen los antigüos relatos que por la densidad de la atmósfera terrestre los ángeles del Amor de Dios olvidaban quiénes eran y vivían vidas comunes como la de cualquier persona, con sus éxitos y sus fracasos, sus alegrías y sus penas, sus aciertos y sus errores, pero con la gracia de iluminar con su mágica presencia la vida de las personas que estaban en su entorno. Yo creo que tú eres uno de ellos.