Podría decir
que es culpa de esta cama
su estructura, su espacio,
es sencillamente solitaria,
algo lamentablemente vacio,
como un pedazo de muerte
que de inercia despoja la vida
a la natural inexistencia.
También podría pensar
que sea culpa del clima,
se comporta como un recuerdo,
un recuerdo de ella,
cambiante, impredecible,
o siniestramente predecible,
intolerable al calor
o dócil bajo la lluvia.
Los motociclistas y su estruendo,
aquellos gatos, aquellos perros,
los vagabundos pordioseros
y su efímera felicidad,
esta locura, este no sueño
ya se hace insoportable.
¿Qué es lo que vuela?
Aquí está mi sangre tibia,
espesa, dulce y traidora
como la palma de la mano.
dormir, dormir, dormir,
ni las gruesas cortinas
retienen la pesadilla de esas
lámparas enemigas
de la luna y de la noche
que poco a poco se deja
llevar directo al amanecer,
dormir, dormir, dormir.
Será menester dormir,
más dado que la conciencia
hace mucho ruido
y la razón se pronuncia
algo orgullosa,
no comprenden que su hablar
fastidia al corazón,
o que tantas letras
entre páginas de hoy
ya fatigan los ojos.
Dormir, dormir, dormir,
será menester dormir.