Igual que ese día hoy muchos te apretujan
y pocos buscan tocar con fe tu manto
Apenas te noto entre el tumulto
por las calles del mundo va la inmensa procesión
Nada falta, de todo sobra
curiosos, enfermos, ciegos, sordos y cojos
también entremezclados ente tanta mano y tanto pie
van los espías de Caifás y de Herodes
Igual que ese día hoy muchos te apretujan
y pocos buscan tocar con fe tu manto
Es casi imposible acercarse
a ese cuya túnica brilla entre el mar de gente
Pero aquí voy avanzando unas veces por mis pasos
otras como alzada por las olas
que en un instante me llevaron tan cerca que pude ver sus ojos,
y oí que alguien le contaba de una niña enferma
- me parece que es la hija de Jairo -
Igual que ese día hoy muchos te apretujan
y pocos buscan tocar con fe tu manto
A momentos su figura se me pierde en el oleaje
pero de pronto resurge luminoso caminando sobre el agua
Estoy segura que “si logro tocar siquiera su ropa, quedaré sana”
por eso camino, serpenteo y me arrastro
como si viajara en el bote cuando niña conocí el mar de Galilea
y ahora ¡por fin tengo el borde de su manto entre mis manos !
aquí estoy de rodillas y veo que se ha vuelto y pregunta:
“¿quién me ha tocado?”
entonces me levanto y le digo que soy yo
que tengo miedo, Luz mía
que le ofrezco mis rodillas de aquí en adelante
pues ahora que mi cuerpo sanó de inmediato
sé que a Dios he tocado.
Igual que ese día hoy muchos te apretujan
y yo que voy arrastrado en esta correntada de empujones
igual que ella me decido
y extiendo mi mano para tocar con fe tu manto