Señora de la guadaña
de fría y negra mortaja
segadora de vidas acabadas
y de vivos sin esperanza.
Que arrancas del huerto de la vida
Las almas con el mismo sigilo.
que hace mover el viento
las frágiles espigas del trigo.
Y haces con tu mortecino azadón.
profundos surcos en el corazón.
Que eres tu. la eterna labriega
de fría guadaña, y gris calavera.