A mi osito de peluche,
le gustan mucho las chuches.
Cuando quiere una,
sale de su cuna.
También le gusta por la noche ver la Luna,
y por la tarde comerse una uva.
Jugamos a la pelota,
pero el nunca se agota.
Jugamos a las palmas,
aveces a las damas.
Cuando al fin se cansa,
se va a su cama y descansa.
Yo le leo un cuento para que se duerma,
menos cuando estoy enferma.
Cuando ya se duerme,
aveces sueña que es un duende.
Aunque el quiere es ser real,
un osito de verdad.