Jose Felix Rodriguez M

Hoja.

Hoja.

Celebro en esta (tu)

hoja de impecable

vegetalita pura; Clara,

bella, Blanca, nívea y

purpura…

 

               [Es esta hoja en la que escribo y describo

que recubre el suelo

y tapiza las montañas

-esas de grises motas

de algodón, místico

dragón sideral-.

 

<<Se que el universo tiene alguna extraña y misteriosa razón,

para creer que nos importamos tanto,

como para querer abducirnos a pensar que estos

esotéricos encuentros son causa del azar y no

la verdad de un conocimiento mayor o superior

a estas nuestras dos, -se lee (2)-,

personalidades terrestres

-aunque tú seas aérea- >>.

 

                                         << ¿No será esta la mentira del destino, o la patraña de un Dios,

extraño pensamiento para un comunista y recalcitrante ateo

como tú, no será que te estás ablandando? >>.

 

<<A estas altura todo es posible, menos que deje de

buscar la excomunión como una de tantas

metas para los próximos 20 años>>.

 

                                        [Me marcho temprano -casi amanecido-, en esta misma

hoja en la que viven todos los poemas que he hecho,

incluso los tuyos –así que preocúpate-, quizás hasta tu

y tu belleza de geranios, helechos, rosas y calas

bajo la lluvia matinal de una mañana

ROJA

entre verano y Abril de esta ciudad bíblica

queden

sin

redención.

 

Te adoro mi lastimada hoja usada, por; bolígrafo

punso-desangrante, borrador-bomba marca.

Norte

América

Tiene muchas

Armas.

 

             Que abollan, la exuberante topografía de tus cumbres,

picachos, valles,  abismos

                                          [y caderas

insondables… Sal ponte ese tímido vestidito

y vamos

a por unos cafés

cigarrillos y tragos.

 

“PUEDE QUE NO EN ESE HORDEN”.