Son las palabras
Ocasionales prisioneras despojadas
Esclavas del temor, ansiosas, silenciadas
Ilusionadas esperando ver el sol
Lo que tu callas
Eso que aplacas pero acusa tu mirada
La llama que enciende al llegar a mi ventana
Evidenciando un oprimido corazón
Si liberaras
Esas palomas tan hambrientas de sus alas
Desamparadas a pasiones sublevadas
Subordinadas al antojo del pudor
Acorraladas
Agazapadas anhelando ser la flama
Que aviva el fuego que la razón no declara
Amordazadas por que el celo condeno