Sé muy bien
que en tu interior
mi nombre se vuelve
bruma que ahoga
y mi rostro se te dibuja
en penumbras, mientras
mis manos te acarician
sin prisa.
Sé muy bien que te hago falta...
tanta falta como tú a mi.
Sé que vendrás , un día,
y yo estaré allí.
María Ferretti Gaich