El zorzal que pasa
metido en el campo
no sabe de risa
no sabe de llanto,
él busca comida
para su pareja
que está escondida
detrás de la reja.
El no sabe
de ir a la escuela,
el trajo el canto
solo como escencia.
El no va a la tienda,
a comprar vestidos
él solo necesita
sus plumas de abrigo.
El agradece a Dios
su vida y su traje,
él no quiere que cambie
su bonito traje.