El río.
Fuente inagotable de vida
hacedor incansable de sueños.
El río.
Miro en tus orillas
mis reflejos y allí
me encuentro inmerso.
Te buscó
en las horas solitarias
respetando tus silencios.
Me identificó
con el retirar de tus aguas
dejando un vacío
que me quemó desde adentro.
El río.
Tus fuerza se apoderan de mí
y me seduces en tu lecho.
Te encuentro sin hablar
y con un gesto
ambos saben a qué vinimos
por qué están juntos
y me pierdo en tus senos.
Autor: Segovia Monti.