En la niebla densa, en medio del nada, busco tus manos, no quiero perder el sentido de la vida, Casi nada tengo, solo mis sueños, se fueran perdiendo amistades, amores, deseos, familia, juventud, creencias que éramos amados, deseados, necesarios, todo he perdido, solo este sueño intenso de querer un poco de felicidad no me deja, pegado en mi corazón es mi coraje, mi sustento, mi alimento, mi fuerza de vivir y sobrevivir a tanta perdida.
Mi alma es música, dulce y bella, alguna habrá para oír conmigo las notas de mis canciones con sus violines y sentir que no estoy sola. En la niebla densa, en la oscuridad tus manos busco con ansia, para ir al encuentro de la luz e del cielo azul.
Como puedo tener y no haber perdido esta capacidad de amar, de volar, de viajar a sitios paradisiacos, donde el fondo del mar es de mil colores, arenas blancas como algodón, como puedo aun ser así?
Nadie podrá quitar mi esperanza, nadie me hará perder esta manera distinta de sentir. Sé. Estoy perdiendo el amor de mi familia, duele, no mata, pero duele y mucho, por no entendieren mi intimo, por no saber distinguir que soy distinta, pero que lo tenían que saber, nunca la he dejado de amar, siempre pendiente de su bien estar, de su salud.
Lo que no es posible es regalar mi vida y mi futuro, no tendría perdón. Si Dios me hizo así, con tanto manantial de sentimientos, le tenían que dar las gracias, como yo hago, es una bendición.
Soy una trovadora de sueños que he nascido ya vieja en el pensar, sobre lo que me rodea.
Mientras de espacio en medio de la intensa niebla, busco tus manos, ¡amigo! Coge las mías y llévame para otro lugar donde hay luz y cielo azul.
Recuerdos dulces, manos pequeñitas, cogiendo mis dedos, abrazos, cálidos, lagrimas lloradas por mi, todo se fue, todo he perdido, por el camino difícil, de mi vida! Cuanto he regalado! ¡Cuanto he amado y sufrido! ¿Para que? Para quedar sola, sufrir con el desprecio de sus miradas, solo porque quiero continuar escribiendo y tener una compañía. Sufro por ser huérfana, otros sufren por no serlo. Triste, muy triste, esto es mi niebla, mi dolor.
Por alguien haber abierto sus manos y abrazarme no es causa, para tanto desprecio.
La niebla pasará, y seré feliz en medio de una tristeza por la incomprensión de quien tenia el deber de ampararme y darme fuerzas para ir adelante.
Ignorante trovadora, que desnudas tu alma, pero si me siento bien, continuaré hasta lo imposible.
Oporto 22 de Julio de 2012
Carminha Nieves