Un amor de antología,
que una tarde sin pensar
sin imaginar,
tu corazón repartía.
Allí en el andén,
recibí la primera oleada,
parecías tan frágil, delicada...
Me aferré y tironeaste,
del suelo mis zapatos despegaste...
Hoy, no podría vivir sin tu amor,
volvería al cemento de inmediato...
Colgado de tu sonrisa viajo,
es tan placentero el andar,
que no imagino ya
otra forma de caminar.
Me das todo lo que tienes...
¿como no amarte?
¿como dejar de escribir,
esto que siento por ti?