Graciosa bailarina
con su vestido de flor
juega de puntitas
a alcanzar un amor.
Salta y casi vuela
en el escenario mayor
aleteando sueños
que un día tejió.
Gira campanita,
suena a cascabel,
la sonrisa nace
cuando llega él.
Gira voltereta,
se le ve la piel
blanca y refinada,
dulce hasta los pies.
Silenciosa bailarina
no ha dicho palabra
pero entre sus dedos
el alma le habla.
En el pelo atado
y en los labios serios
se esconden chispitas
llamando a su dueño.
Paso a pasito,
zapatito ´e baile,
el tutú rebota,
pasos en el aire.
Pasos gigantezcos
con calma de fraile,
susurran secretos
que no supo nadie.