Y los días van pasando lentamente
el reencuentro aún está lejano en el horizonte
la mística del retorno envuelve en un aura mágico
la incertidumbre del amor que se pierde en el olvido
esa mirada dulce del adíós va desapareciendo en la distancia
Nueva gente, nuevos paisajes inundan los ojos a raudales
las amistades amigables del sitio extraño en el destierro
van llenando los ojos con miradas atrayentes
sonrisas espontáneas conquistan la atención del viajante
Y en los momentos de soledad, el dolor del vacío
la sensación de ausencia del halo espiritual del recuerdo
se pierde la noción de distancia intentando encontrarla
en todo rincón familiar con apariencia conocida
sólo ve sombras y sombras sin definición de imagen
Desesperado y hurgando en la mente recuerdos de ella
esos ojos increíbles de vida y fantasía
sus cabellos revueltos y tan propios de ella
su perfil en el horizonte entre el atardecer y sombra
mostrando una silueta adorable de una diosa irreal
sólo quedarán en la mente sin conseguir visualizarla
Y una fotografía sin vida mostrando un segundo de ella
Un anillo de ella de aquella promesa de amor eterno
colgando en esa cadenilla al cuello
servirán para no olvidarla nunca más
a aquella que se quedó con el alma
en su corazón enamorado del hombre sin mañana
Dedicada a ella
De: Victor Hugo