¡Ay! Mujer, envidia de todas las cosas
como te marchitas, y revives aún más hermosa
aún más bella, más brillante, mi amada doncella
y te lo digo cuando estas lejos, y no me escuchas.
Entonces al irte me das la última mirada,
al mismo tiempo te grito ''No te vayas''
mas no abro la boca, no existen palabras
tú sabes que te lo dije, pero lo ignoras.
Tú lo sabes porque viste mis ojos heridos
ciegos tratando de amarte, de detenerte
pero las circunstancias son tan crueles
y el amor nuestro, nunca fue inmenso
Y le pido a la ausencia, que no sea tan cruel conmigo
le pido al sol que brille como nuevo, con un deseo
le digo al dolor, que nunca esté dentro mío,
pero ya sé, y tú también lo sabes, son puras fantasías
Lo sabes porque me miras a los ojos
y te dicen que te extrañan, y aún no te has ido
emprendes el camino, bajas la mirada
y entonces lloro, lloro porque ya no tengo nada.