El amor hay que cuidarlo, como al árbol y la flor, ellos se enraízan y sus ramas se agitan, con la lluvia y sol, para dar vida a sus hojas y a la flor.
Si sus hojas se ponen verde, es por la lluvia y el sol, ya que una le entrega la fuerza y el otro le entrega el calor y si una flor aparece es producto del “Amor”.
El amor no se debe podar… para que sus ramas del alma…alcancen el corazón y no dejar que nunca, se acabe esa pasión. Sólo dejar que crezcan y aumento la ilusión.
Al árbol y la flor, no hay que dejar que muera, ya que si eso sucede, también muere el amor…solo hay que seguir regándolo y que le lleguen los rayos del sol… para que siga viviendo y florezca el amor.
Autor: Hernán R. Cornejo Véliz