Sueño contigo y al pronunciar tu nombre
mil tormentas en el alma se desatan,
estás ausente y en mi destino incierto
fuertes sentimientos me delatan,
en mi interior palpita haciendo ruido
un viejo corazón de hojalata.
De mi boca no se escucha ni un gemido,
en mi garganta habitan pájaros sin nido...
Ya no lanzan al aire sus graznidos,
sus melodiosos cantos se han dormido.
Hoy te sueño y te siento tan lejano,
me culpo y pienso en tu amor que fue profano.
Felina