"Si escribirte me motiva/ y te recuerdo siempre a mi manera,/ voy a recordarte mientras viva,/ para no olvidarte cuando muera".
Encontré en tus sueños esta flor
y es por eso mismo que te gusta tanto,
porque en su belleza y en su color
hay para ti un canto.
Hallé esta canción que te parece tan tierna,
que habla en su letra de tu luz radiante,
que se refiere a tu sensibilidad y la hace eterna
y a tu sonrisa que reluce como astro brillante.
Vi en tus sueños esta almohada,
a la cual tanto de mí le cuentas,
la que oye tus relatos de mujer enamorada
y sabe que son reales, que no los inventas.
Me topé con tu ropa de dormir, tu pijama,
que tan bien a tu cuerpo se ajusta,
tiene la esencia divina que tiene tu cama,
debe ser por eso que tanto me gusta.
Hallé de tus sueños este sentimiento,
que cuando soñabas en el viento viajaba
y yo me las arreglé para robárselo al viento
porque antes era el viento el que me lo robaba.
Encontré tu tristeza, lo mejor de tu sentir
y le dio a mi vida más significado,
porque se me hizo más dulce vivir
y ya no me importó tanto el pasado.
Inventé de tus sueños unos colores infinitos,
que lucían mucho más bellos que otros,
para hacerte un arco iris y mil cielos bonitos
...sólo para nosotros.
Hallé también esas alfombras,
la que pongo a tus pies cuando caminas
y el tono de tu voz cuando me nombras,
que es cuando más me fascinas.
Estaban en tus sueños los cuentos de hadas
que me cuentas y donde el príncipe soy yo,
cuando era un sapito buscando enamoradas
y tú la princesa que un día me besó.
...y es en tus sueños, sueños del alma, del corazón,
que hallé las caricias que tanto te llenan,
como melodías pletóricas de emoción
que en nuestros oídos aún resuenan.
Por eso, aunque me sienta tu dueño,
me cuido de no actuar sin amor, con egoísmo,
porque sería como buscarme en tu sueño
y no encontrarme a mí mismo.