Amelia Suârez Oquendo

ES UN DÍA CUALQUIERA DE AGOSTO

 

Fiera eres y soy fiera.
En el lecho
el amor se derrama silencioso.
Grita un beso.
Mi cintura se ajusta a tu cintura.
Igual talla, igual goce.
La pasión equilibra el peso.
Los turpiales cantan afuera.
El sudor nos empapa;
quiero agua.
Mi sed se sacia con tu aliento te menta.
El sol calienta las piedras que se lamentan
gimiendo lastimeras.
Tu ternura también se calienta, no te quejas.
Me acaricias, me aprietas, me besas.
Tu calor me abraza.
Posas tus labios de azúcar
 en mí febril frente y al sentir el roce
de tu lengua me pienso reina
sin corona ni cetro.
Apenas escucho un susurro al oído
de tu voz de quimeras.
Te toco para subir tu tono.
Veo estrellas.
Sin decoro se miran tus ojos y mis ojos.
Tu exclamación fue única
¡Ha sido todo!…
Desde lejos se escucha el zumbido
de abejas libando flores.
Es un día cualquiera de agosto.
 
 
Autora:
Amelia Suárez Oquendo 
Amediana
25 de julio de 2012