Me voy cayendo de a poco, no encuentro el camino,
parecieran siempre cerrados los senderos que escojo.
Se me van apagando las luces, los sentimientos me alejan.
Estoy derramando las penas disgregadas por la senda;
cuántos han tomado otros senderos dejando la luz apagada
y se va haciendo la noche, lo valioso se hace pobre.
No se si estoy errado, si soy un fracaso en la vida,
sí me ciegan los tormentos y no veo a la distancia.
Pero sí sé que entre poemas he dejado mi alma toda
con la fuerza de mi esencia con la luz de mi alma noble.
A veces las envidias cortan caminos gozosos
simplemente ignorando, con indiferencia nefasta
y se van apagando las velas cayendo en abismos siniestros.
Uno va escogiendo entonces otros rumbos tan distintos
comprobando a cada paso que no siempre se fracasa,
que las sombras hacen negro a un camino que no se anima
y los dueños del cultivo lo van destruyendo de a poco.
CARLOS A. BADARACCO
25/7/12
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