Hoy mi día se torno gris,
lleno de bruma, no puedo
ver/ las lágrimas me ciegan,
me consume la tristeza.
Voy por las calles, como zombi,
camino sin estar vivo/
sonrió a la desgracia/
que me condena a vivir sin ti.
Triste como el payaso aquel,
que dibuja en su rostro/ una luz;
mientras que su alma, se sumerge
en el abismo de la soledad.
Soledad que me acompaña,
llevando de la mano al corazón,
herido/ lastimado, por tu desamor;
por la indeferencia/ que emerge de ti.
Triste realidad, la que ven mis ojos/
realidad que no quiero vivir
y he deseado no haber despertado,
del sueño postrado en mi ataúd.