Me desmadejo,
hebras de recuerdos
gastados se asoman
como canas por toda
mi cabeza.
Me he vuelto
una maraña tirada
al piso,
me pesa
levantarme.
Si pasaras por aquí
podrías enredarte
los pies y caer.
Sería lo justo
que sucediera
para vernos
nuevamente
aunque sea
al ras de suelo.
Tú me encontrarías
con la sonrisa
felíz por el
reencuentro,
y yo te contemplaría
con tu mirada
perdida por la caída.