Un colibrí disfrutaba del néctar de las plantas,
Orquídeas, rosas, claveles, etc.
Diariamente seguía la misma rutina,
Un día decidió irse por otro camino.
En su nueva aventura, observo un clavel muy exótico,
El clavel se encontraba muy erguido y colorido,
Debajo de los pétalos relucían colores como arcoíris,
El colibrí se acerco para contemplar su belleza.
El objeto que convertía a los pétalos en prisma,
Eran dos capullos de mariposa,
Ellos eran su punto de equilibrio y su exótico color,
El clavel como gratitud les proveía de protección.
El colibrí se encontraba exhausto por su largo viaje,
Pero se encontraba en gran dilema,
No sabia que opción tomar,
¿Tomar del néctar o morir de hambre?
Si tomaba el néctar los capullos y el clavel se morían,
Y sino lo hacia el moriría de hambre,
Era una decisión suicida,
El colibrí medito por muchas horas.
Al fin tomo la mejor decisión y fue sacrificarse,
Prefirió que nacieran las dos bellas mariposas monarcas,
Mientras que su cuerpo yacía sobre las raíces,
Tomaba el lugar de los capullos y nutria a la planta al mismo tiempo.
El clavel se conmovió del sacrificio,
Con las raíces tomo los colores del plumaje y se tiño de ellos,
Los nuevos pétalos empezaron a salir puntiagudos y coloridos,
Y desde esa vez nació una nueva planta “Ave del paraíso”.