En el horizonte se destiñe
una línea nacida en el alma,
a la vez que se traza en el aire
un surco de invisibles palabras
surgidas de lo profundo del pozo
que navega entre mis aguas.
Se ha entretejido todo un cuadro
que en mi árbol mueve sus ramas.
En las sombras, la fusión continúa
revolviendo los colores que traspasan
los límites de las imágenes
coleccionadas en el íntimo mapa
que se transforma en el lienzo
donde el sueño se vuelve palabra:
por fin, ha llegado la hora
del símbolo que mueve montañas.
Todo un universo se mezcla
al conmoverse sus entrañas,
porque el símbolo cataliza
un carámbano de esperanzas.
No es conmoción de muerte
ni tampoco es una desgracia:
es el génesis del principio,
es el boceto de un nuevo mapa
en el que aparecen nuevos mares,
nuevas noches y mañanas.
Trazo a trazo, se difumina
la sombra que fiera ocultaba
la creación de ese universo
que en su vientre se gestaba.
El tiempo de nuevo inicia
la cuenta de las palabras,
metamorfosis de mil mundos
que renuncian a sus montañas
para entregar sus mil esencias
en un mar de nuevas aguas.
© Reservados todos los derechos
Autor: Minor Sandí S.
Costa Rica