No puedo evitar,
El día nublado que hay en el exterior,
No querer hablar, sólo interiorizar,
Olvidarme del mundo, de mi alrededor.
No puedo evitar,
Abandonarme en alguna ocasión sin ningún tesón,
Preocuparme sin priorizar,
Ni escribir para poder exorcizar.
No puedo evitar,
La paz al observar el color de los mirlos y sentir su piar,
Ni que me guste una gardenia, una camelia o cualquier flor,
Dejar correr el tiempo sin dirigir su timón.
No puedo evitar,
El vuelo hacia el hogar de mi imaginación,
Los suspiros provocados por fantasías de cuentos de ficción,
La naturaleza de pájaro al cantar o el capullo que se abre con el sol.
No puedo evitar,
Escuchar esa balada y sentir acelerar mi corazón,
Ser niña perdida en bosque de árboles sin sol,
Los deseos de ser mejor, la ternura y la pasión.
No puedo evitar,
Sentir ilusión y tararear una canción,
Exaltación inquieta sin intención,
Desear ser la más bella flor y pura predilección.
No puedo evitar,
Añorar la presencia y los deseos de estar en conexión,
Recrear cada instante que me da felicidad,
Buscar una mejor navegación.
No puedo evitar,
Indagar sobre la verdadera mujer,
El cariño profundo de esta debilidad,
Sentir las diferencias y también querer.
No puedo evitar,
El sencillo timple que emite su son,
Ni tampoco ser ni quién, ni cómo soy,
Aunque realmente ... ¿qué tanto es eso hoy?
MARTA DORESTE