El frío, la decepción,
la frustación, la intriga,
en los ojos del pueblo la fatiga,
mis soledades de Asterión
en el laberinto de esta vida,
el coche bomba dirigido
a la revolución ,esperanzada
en deshacer la unión entre Goliath y Caín,
mi batalla contra los gigantes
por recuperar la cordura,
la tristeza de los niños
por el absolutismo de la pobreza,
el híbrido de la ira y la desesperanza
que va engendrando quimeras
que buscan anidarse en corazones maltratados,
los fusiles de la miseria
que asesinan los colores de la vida,
dejando sólo cadáveres grises
que estrangulan el trinar de la aves,
la corrupción del sonido del viento,
la transparente pudredumbre del agua que bebo,
el diente de oro del demonio
que veo en todos los espejos,
la herida de los que una vez
creyeron que podían creer,
la muerte, en la hoguera, de la fe
y la impotencia de mi guitarra
por la ausencia de tu existir.