Micke

Nadie ve ni tu misma...

Como el rayo de sol que envuelve al árbol
y que hace florecer todas sus ramas;
como la onda de agua cristalina
que da al rugoso tronco fresca savia,
así en contorno de mi, como un divino
efluvio que hace florecer mi alma,
dandome un vigor nuevo, estás, mi amada.

Como la flor su aroma, como el rayo
de sol su urna ardiente, como el agua
su frescura vital, así te llevo
conmigo, así de mi nunca te apartas.
Ante mi vida erguida te hallo siempre
siempre estas al final de mis miradas:
te ven mis ojos cuando estoy despierto,
y si dormido estoy, te ve mi alma.

Nadie ni tu misma,
nadie ve con qué dulce con que blanda suavidad,
van mis labios oprimiendo tu boca tan hermosa y tan amada...
Nadie ve, nadie ve cómo rodean,
mis brazos tu cintura delicada;
cómo mi cuerpo roza el cuerpo tuyo;
cómo te estrecho a mí, cómo te palpan
mis manos temblorosas. Nadie advierte
cómo, ávido de tí, caigo a tus plantas!
Nadie ve, ni tu misma, que te adoro
con toda la ternura de mi alma...