Hijos,simiente del amor,
Frutos de dos corazones.
¿Cuantas alegrias nos dan?
Cuando al nacer sus ojos,
Se abren al mundo real.
Feliz la mama,feliz el papa
Tantos seran los placeres,
Que sus travesuras nos brindaran.
Juegos y risas por doquier,
El hogar en un jardin se combertira.
Creciendo como una fragil planta,
Poco a poco una bella persona será.
De los bellos juegos se olvidaran
Aprendiendo de la vida,
asumen el costo de la realidad.
A sufrir por amor o fatalidad,
Fuerte sus corazones latiran.
La amargura,la alegria y la fé,
Su temple de hijos y adultos se forjara.
Pronto el destino y el amor,
En nuevos padres los convertiran.
Con alegria en sus curtidos rostros,
Veran que un nuevo ciclo de la vida
Antes sus ojos esta pronta a comenzar.
Padres y simientes enlazados por amor
Han de cumplir el gran sueño,
Que al inicio de los tiempos el Señor,
Con sabiduria y amor nos legó.
Multiplica la semilla y cuida,
Por siempre el fruto del Sembrador.
ALAN Chigua