De nada le sirvió negar la realidad
un duro cachetazo mostró la realidad.
Su piel enmudeció, callando su dolor,
vertiendo en quimeras, el corazón.
Mordió la soledad en noches sin control,
perdiendo el sentido y la razón,
de vuelta el carrusel su vida emborracho
y en la loca carrera la muerte lo atrapó.
Desorbitados ojos, descosidos de sol,
pestañas empañadas, grito de amor .
Mortaja de los sueños cubriendo su temblor,
la vida es ausencia, tu cuerpo se entrego