Si la tinta me faltara, la vida sería insostenible,
si la hoja en quien la vuelco se quebrara,
y no hubiera donde trazar mi canción,
si me alma no inspirara, una letra de sopor,
y mis manos no accedieran a la rima y al perdón,
faltaría el fiel consuelo, el regocijo y el amor,
de mis notas, poesías, que analizan mi razón,
sin juzgar mis condolencias, ni mi error o mi dolor.
Si mi consuelo en la penuria se esfumara,
si no hubiese en qué ahogar mi esencia derramada,
y mi canto al cielo fuera, un silencio atormentado,
tu, mi rima y mi terapia en letras íntimas,
no faltarías nunca, pues en lo recóndito de mi alma,
y con perfecta métrica y corrección,
trazarás cada recuerdo, en letras de pasión,
y tus comas, mis principios, mis encantos y mi Dios,
en metáforas de vida, que se guardan mi razón.