Como árbol, que al tiempo se aferra
como árbol, firme en tierra
tierra que alimenta su savia
savia que la vida encierra.
Así yo de cara al mundo
busco mi lugar, fecundo
mas no soy árbol, solo hiedra
sin raíces, vagabundo
con el corazón de piedra
sombrío, enterrado profundo.
Y deseo echar raíces,
y olvidar las cicatrices
que ensombrecen mi destino
dejando en la carretera
los tropiezos del camino.
Sauce, acacia, tejo, pino
en el bosque de la vida
alcanzar el fin divino