En el jardín de mis sueños
ahí te encontré dormido
por la soledad batido
cansado de mil empeños.
Allí nos hicimos dueños
de ilusiones compartidas,
perfumando nuestras vidas
de mágicos sentimientos,
con tiernísimos momentos
se sanaron las heridas.
Detalles gestos pequeños
y alegrías consabidas
con mil historias vividas
fuimos poblando los sueños.
La lisura de los ceños
marcó nuestro recorrido
por un mundo colorido;
nuestro privado universo.
Donde no nos falta un verso
para arrullar el oído.
Verbo de amor consentido
conjugado en el presente
de la palabra torrente
manantial vivo y sentido.
Fuente de amor redimido
caricia del corazón,
que encuentra en él su razón
latiendo en suave cadencia,
cuando su gentil presencia
le retribuye en ranzón.
Poema de luz muy pura
el sentimiento declama
mientras en verso derrama
con amorosa frescura…
Sueño de tierna dulzura
hoy la vida nos regala.
El verbo viste su gala
derrochando su ambrosía;
recital de poesía
amor a voces exhala…