Canciones que las corrientes
me van dejando al pasar,
canciones que se convierten
en silencio y soledad,
cuando el río sonriente
se transforma en ría y mar.
Y va dejando a su paso
en la humedad de sus notas,
su sonido solitario,
que al alma siempre provoca.
Y mis ojos quedan ciegos
leyendo la partitura,
que va escribiendo en su espejo
en esta tarde sin brumas.
Yo la copio en mi cuaderno
y van mudando las notas,
que se convierten en versos
y se agrupan en estrofas
con la magia de mis dedos,
que sin saber… las transforman.
Bellas canciones del río,
que hoy inundais mis espacios
y le dais vida y sentido
al poeta solitario.
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