esmeralda landrove

SALVACIÖN I

Cuanto más abajo estaba llegastes a salvarme, me tomastes en tus brazos,

reventaste la burbuja de los miedos, me hicistes entender las realidades,

reconocistes que sólo necesitaba un poco amor.

 

Sí, yo te veía tan indefensa que decidí salvarte de todas las tragedias, ir más allá del cuento monótono de los prícipes, ser un ser real interno lleno de fortaleza que te ayudaba en tu pobreza mental.

En esos ojos claros que miraban la luna y no veías las estrellas que la rodeaban, en quitar la soledad de tu existencia, reunir los pedazos de aquello que destruyeron, fuiste cayendo en mi hechizo, pacíficamente, te domestiqué, mujer salvaje y extraordinaria.

 

Me emborrachaba para olvidar las penas, me iba de fiesta y no decía nada del dolor, me atormentaban las campanas de la avaricia, las ganas de la multitud de interés, siempre todo a cambio de algo, cuando menos pensé en nada me distes todo.

 

Unidos tu y yo, yo y tú, romperemos el cuento de que en la realidad la felicidad no existe, estas palabras mutuas suenan tontas pero más tonto sería el no reconocerlo:

NOS AMAMOS MI ALMA Y YO