Todo me párese tan raro, tan siniestro, es como un
sueño del cual quisiera despertar
pero no hayo la forma de despertar.
Hay mucha gente que murmulla y dice cosas de mi pero yo lo único que se es que esto
es como una pesadilla que se convierte en un laberinto sin final.
Me acerco y le pregunto a mi psiquiatra que hago aquí y solamente me dice que estoy
aquí porque tengo un trastorno bipolar y que mis errores me metieron aquí. Todo es
muy confuso para mí, y por mas que navego en el mar de mi sufrimiento no encuentro
la tierra.
Quiero gritar, llorar me siento desesperada; hay cuatro paredes que me encierran y no
me dejan salir. Estoy encerada con llave y candado que me han puesto injustamente.
Yo no estoy loca, pero si desesperada. No soy la única hay mas gente que esta igual
que yo o peor que otros. El personal de aquí recibe gente y otras salen para en
cualquier recaída volver, pero ami que me trajo mi propia culpa y mis errores que
puedo hacer. Solo me queda esperar a que le pueda ganar a mi enfermedad y salir de
aquí; quizás no tan curada pero si un poco. Estando aquí aprendí a valorar a mi familia
porque a pesar que les grite o que los trate muy mal siguen conmigo apoyándome y
echándome ánimos para salir de aquí. Hoy desperté pero quise recordar esta pesadilla
que viví enserada en este psiquiátrico que de principio se convirtió en un laberinto pero
hoy le pude encontrar una salida y una luz brillante que yo le llamo esperanza.