Apurado partiste
dejando un aura triste
y una estela de soledad, al pasar,
como la espuma del mar
te fuiste diluyendo,
lentamente tu amor se fue durmiendo,
sin la esperanza de un día despertar.
Aquí guardo tus recuerdos,
como en un cofre sagrado,
en el corazón que nunca dejará de latir,
este corazón que no conoce olvido...
aunque haya sangrado
viéndote partir.
¡Y cómo duele que te hayas alejado!
para irte por esos caminos desolados,
en donde la nostalgia será tu compañía.
Mi recuerdo llevarás a todos lados…
te atormentará mi risa, también mi alegría.
Tus pies, de seguro, cansados sangrarán,
dejando cada rastro de fatiga, en tu huída,
con un caminar perenne
que nunca se detendrá.
Y, seré como esa sombra
que te seguirá en la vida...
pisaré cada huella de tu transitar.
Mi destino perspicaz
estará siempre contigo
y en tu espíritu errático,
siempre me habrás de llevar.
Felina