Con los ojos de mi corazón diviso la esperanza, de una humanidad unida. De voluntades que son soles y estrellas, que indagan en su alma para darle a este mundo la paz y la calma. Que iluminan los firmamentos de cada una de nuestras vidas. De cielos, de atardeceres para el desamparado, que dan alas a la confianza y amaneceres a la fe. Que dirigen nuestro rumbo firmemente al de un mundo unido, un mundo hermano más lleno que el mar, más iluminado que el cielo.
Y Vemos como todos podemos ser luceros, regalando la luz para cada cielo.
Y vemos como todo cambia con cada destello, que soñando e imaginando regalamos el mundo más bello.
Donde nuestra unidad es una constelación de sueños, un universo de ilusiones, infinidad de soles con el propósito de iluminar, y millones de corazones con la voluntad de amar.