Hugo Emilio Ocanto

¿Me preguntas si te amo?

( Personaje recostado sobre una columna.

Se pasea en un amplio ambiente de lujo.

Una chimenea encendida. Bebe.)

No tendría que estar en casa

esta noche. Ni mañana,

ni nunca más.

Tendría que evaporarme

de este mundo.

Aplastar mis pesares.

Mis angustias. Mi soledad.

No puedo creer que con

mi fortuna esté aquí,

sólo esta noche.

Y anoche, y mañana,

y siempre...

(Se sienta y sigue bebiendo)

No tendría que estar

tomando alcohol. Me hace mal.

Tengo presión. Por los disgustos.

Por las broncas. Por mi infelicidad...

¡Fortuna!... Mi fortuna sería

tener amigos reales.

Amigos que me quieran a mí

por lo que soy...

y no por el interés

de lo que tengo...

Sabías mi amor que te amaba...

Y hoy me preguntaste:

"¿Me amas"?

¿Es que no lo sabes?

¿Cuántas veces debo decírtelo

para que me comprendas?

¿Tan malo he sido para tí

para que te fueras de mi lado?

No sigas atormentándome

con tu silencio

y tu ausencia...

Me estás quitando la vida

sin darte cuenta...

¿Cuál ha sido mi error?

¡Contéstame! Una vez al

menos no me mientas

y dime por qué...

Por qué tu ausencia

sabiendo que eres todo

para mí...

No, no me digas nada...

Lo intuyo... Es porque

no he querido prestarle

ese dinero que me pidió

tu hermano...

¿Sabes lo que iba a hacer con él?

Lo que piensas... iba a jugarlo,

a desparramarlo sobre una

mesa de ruleta...

¡Hasta cuándo!...

¡No se lo he dado

ni se lo daré!

¿Por eso nada valgo para tí?

Si te amo me preguntas...

Oh, cuánto te amo, vida...

Lo sabes... e igual me haces

sufrir... Tu madre sé que me quiere,

que me ama, y yo a ella...

¿Sabes por qué la amo?...

Porque te ha dado la vida...

Si no hubiese sido así,

no te habría conocido...

Y sabes que desde el primer

momento que te conocí,

te amé...¿por qué?...

Porque tengo ojos y corazón...

¡Ciego quisiera estar!

¡Ciego! ¡Pero antes de conocerte!...

¡Ayuda te estoy pidiendo!...

No me avergüenza decírtelo...

¡Ayúdame a vivir!...

A pesar de todo lo que tengo...

nada tengo...¿para qué tantos

bienes materiales si no tengo

tu amor?... ¿Quisieras venir a verme

nuevamente? ¿Vendrías hacia mí?...

¿Quieres que te cuente qué me pasa?

Me está fallando el corazón...

sí, amor, mi corazón lentamente

me está fallando...

y sé que mi final ya llega...

Dicen los médicos que

me queda poco tiempo de vida.

¿Quieres compartir tu vida

con la mía?...

¿Quieres volver a mí

y que de rodillas te diga

que eres la fuente de

mi existencia?...

Tu madre sabe de mi enfermedad.

Me prometió que no te lo diría...

Ahora te lo estoy diciendo yo...

Al aire... a los muebles se

lo estoy diciendo...

Mi imposible amor...

mi venerado amor...

¿Tan mal me he comportado

contigo? Sé que he cometido

infidelidades... tantas veces

lo he hecho... y las sabías...

pero te prometí que tuyo

para siempre sería y...

igual te fuiste... no fué por

tu hermano... no fué porque

me negué a darle dinero...

Pero ten fe en mí...

En estos últimos días...

he cambiado... por tí...

porque te necesito...

¿Sabes por qué te necesito?...

Porque te amo... mi vida en

estos momentos sin tu presencia,

vida no es...

Me alegra el pensar en la muerte...

Ella está cerca... ya se aproxima...

Vendrá a buscarme...

Así ¿Serías tú más feliz?...

(Sigue bebiendo)

¡Contéstame!... ¡Qué valiente

soy!... Aquí... hablando sólo...

¿Me atrevería a decírtelo en la cara?

¿A enfrentarme a tí?...

¡Sí!... Pero no sé dónde estás...

Tu madre... no quiere decírmelo...

y sé que me quiere...

sabe de mi amor por tí...

Y tú... lejos estás de mí...

Oh amor... amor...no me

dejes aquí, sólo, desamparado...

(Suena el teléfono)

¡Hola! ¡Mi amor!...

Dios me ha escuchado...

¿Cómo estás? ¿Qué decís?...

No, no puede ser...

¿Dónde te vás? ¡No, dímelo ahora!

¡Te paso a buscar!...

En diez minutos partís...

¡Voy contigo!...

¡No me hagas esto! Por...

¡Ana!... ¡Ana! ¡No me cortes!...

(Cuelga. Camina. Se sienta.

Bebe)

Soledad, mi amiga...

Mi fiel amiga...

(arroja su vaso sobre un espejo)

(Telón baja lentamente)