Relaciones.
Yo, que convierto
a las mujeres
que he amado y
me han amado
en hermosas
y flameantes
hogueras, tan
potentes que
terminan por
incinerar
hasta la ultima
gota del coctel diesel
combustible
de su vida.
[¡Yo que me cago en Horacio!; en el
cuarto estado de la materia
en la física aplicada,
en el fenotipo
recesivo
en los genes
de las rosas,
en el romanticismo
barato oculto en las
canciones de Lasso,
en el bullicio
Paleo-neo antropológico
abigarrado en las rocas
monolíticas apostadas
en camas de helechos
verdes, adornados cual
árboles de navidad
por el roció
lagrimal de
nubes
en las montañas
de esta ciudad,
que conozco mujeres
de reputación dudosa
y agradables hasta el
peligro…
Yo que poseo
mi propia legión
de fantasmas,
que por esta época
del año sufro
de un insomnio
añejo que aguza mi
noctambulismo,
al punto de la alucinación.
[La única pastilla que tomo
-cuatro veces al día-
es la de mi locura,
que ante el AMOR
salgo corriendo
que he sido
considerado valiente,
con coraje y arrojo
cuando la verdad es que
jamás he pensado en la magnitud de mis
acciones.
Yo que vencí a L’aparca
en un juego de dados
y lo que gane fue
información exacta del
día y la hora de
mi muerte.
[Yo, que ha amanecido y disfrutado en burdeles
que he peleado
hasta perder el
sentido, que he
vivido como
Vikingo… ¡Hasta una cala
podría matarme !
Y no pienso negarlo.
<<! “Considero que de los viejos amores no debe hablarse.
Sobre estos se almacena polvo”… Y yo, soy
alérgico al polvo¡.