Y es que todo se nos hace tan común después de rato,
y quizá a veces te encariñes, no hace falta siete huesos para un perro sonria.
Sí secuestrara tus sentimientos hacia mi, todo sería más fácil, si rezara los domingos tú mirada será para mi? Tantas luces en la ciudad y ninguna es mía, nunca deje de ser aquel cachorro ojos brillosos por un hueso de plástico al frente, nunca deje de soñar y los pies en la tierra no están. Como siempre, las cosas antes de ser son mejores, la fantasía que me lleva a la felicidad pega la vuelta y se va, la vida tiene forma de zig zag. Aunque los huesos de plástico todavía me hacen palpitar, y con eso ya me voy más allá, cuando llego a la tierra me cuesta aterrizar, sabía que no debía frenar....