Quise rescatar a mi corazón,
de los escombros de mis tristezas,
pero lo encontré agitándose entre las sombras
de una danza rítmica y acompasada.
Me encontré marcando a destiempo,
Los pasos de aquella balada.
Me recluí entonces en esos escombros
y me perdí en el nunca jamás de mi destino.