Las hojas secas en su ruta postrera
trémulas, con el dolor por dentro,
añoran su única primavera,
cuando caen empujadas, por el viento.
A lo lejos el tímido sol
sintiendo el peso de la tarde,
pinta el cielo de rubor
con llamas tenues que no arden.
Así la vida transcurre y pasa;
El alma se nos deshilacha de nostalgia,
y va cayendo la hojarasca
dejando tras sí, toda su magia.
Hojas secas, ajenas de clorofila,
se derrumban sin savia y sin color…
Así transcurren nuestras vidas
porque allí no existe concesión.
Amigos, tan pronto amanezca
quiero reverdecer en la rama;
antes de que en hoja seca
me convierta el día de mañana.
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