A veces se viste de distancia
la piel de mis manos tibias,
y me hace tímida la mirada
el despertar de alguna fantasía.
A veces me deja desorientada
el rumbo a lo desconocido,
tiemblan en mi voz las palabras
cuando te siento cerca mío.
A veces me vuelvo lejana
sin atreverme a mirarte más,
me escondo tras una sonrisa callada
y con tu boca ya empiezo a soñar.
A veces me pierdo en el sendero
que me invita a llegar a vos,
rueda una caricia hasta el borde de mis dedos
y se queda dormida como pétalo en flor.
Cuando todo esto me pase
interponiéndose entre vos y yo...
Acercáme...
buscáme...
para que vuelva a latir mi corazón,
cuando vos lo abraces
con el calor de una ilusión.
Arrancáme el miedo
y desnudáme el llanto,
desarmá con un beso
el temblor de estos labios.
Acércame...
Envolvéme en tus brazos,
hacéme saber que estarás conmigo
si me haces falta al ocaso,
si junto a mí te necesito...
No te pido demasiado
solo todo lo que sos,
este deseo que has rozado
me llena el alma de vos.
Acercáme...
Si me sentís distante...
Buscáme...
que allí estaré soñándote...
con la ternura en mis labios
ansiosa por besarte,
con el cielo entre mis manos
dibujándonos instantes.
Para ser tuya y que te sientas mío
abrazados en la noche que se abre,
y descubrir cuando te miro
lo hermoso de poder amarte.
Ceci Ailín